Las empresas familiares representan cerca del 85% de las empresas establecidas en la región latinoamericana y se estima que cerca del 45% de ellas se encuentran aún al mando del fundador o la primera generación. En Costa Rica se manejan datos muy similares. Se calcula que el 79% de las empresas del sector privado forman parte de esta categoría, representando un gran reto para el futuro de la familia empresaria y la economía costarricense. Entre estos retos encontramos estadísticas poco alentadoras de “sobrevivencia” empresarial cuando sucede el cambio de mando intergeneracional o soportar refranes populares como: “El padre lo crea, el hijo lo mantiene y el nieto lo cierra”.
Para esto abordemos las siguientes preguntas: ¿Qué es una empresa familiar? ¿Cuáles tipos existen? ¿Qué proceso y herramientas nos pueden asegurar el éxito futuro?
Según el Prof. Salvatore Tomaselli de la Universidad de Palermo en Italia, se reconoce a una empresa familiar como aquella que cumple las siguientes características:
- La capacidad final de controlar por parte de la familia el poder de decisión, habitualmente unida a la propiedad del capital.
- Hay miembros de la familia desempeñando responsabilidades de gobierno y dirección, en órganos y posiciones en los que usualmente se hace el ejercicio del poder.
- Existen miembros de la segunda generación incorporados o en proceso de incorporación a la empresa.
La familia empresaria debe de reconocer su rol, identificar como los miembros interactúan con el negocio y comenzar a definir las herramientas de gobernanza, que faciliten la continuidad de la empresa en el tiempo. La siguiente es una clasificación que asocia el rol que asume la familia entorno a la gestión empresarial, fue elaborada por el Prof. Miguel Ángel Gallo, reconocido experto de empresa familiar, que nos ayuda a delimitar las compañías en cuatro grupos:
- Trabajo Familiar: aquella empresa donde los miembros de la familia asumen roles operativos a lo largo de la empresa.
- Dirección Familiar: la familia comienza a asumir roles más estratégicos, se comienza a asumir puestos de mando de tipo gerencial entre las operaciones de la empresa.
- Gobierno familiar: los dueños de la empresa asumen roles de junta directiva, para definir la estrategia empresarial pero ya no forman parte activa de las decisiones operativas.
- Inversión: la familia ya no trabaja en la empresa, pero mantiene el control de capital.
Los cuatro modelos anteriores serán solo el punto de partida en una travesía que busca organizar la gobernanza familiar, de seguido será necesario un proceso de identificación que ayude a generar una visión integral de las expectativas y necesidades de la familia entorno al patrimonio. Se concluye con la elaboración del conjunto de herramientas de gobernanza, donde encontramos el protocolo familiar y el consejo de familia. La participación trasversal de la familia durante el proceso ayudará con la apropiación de los instrumentos, lo que permitirá la puesta en marcha del cambio en la empresa. Es importante reconocer la necesidad de un proceso de gobernanza familiar, que permita potenciar la interrelación entre familia y empresa.
Asesórese con el fin de gestionar su patrimonio, asegurando que el tiempo, esfuerzo y capital invertido en la empresa familiar perdure en tiempo.