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La volatilidad estará muy presente en los mercados durante el 2025

Pablo González, Gestor de Portafolios Jr

Las variaciones en precios de activos financieros son una característica intrínseca de los mercados de negociación. La magnitud de esos cambios, la rapidez con que se producen y la reacción de los mercados pueden generar distintos comportamientos en los inversionistas, dependiendo de su nivel de tolerancia al riesgo y a la incertidumbre.

La situación requiere un monitoreo constante de las condiciones fundamentales de los emisores a los que se está expuesto para tomar mejores decisiones. Además, hay factores sistemáticos que pueden interferir en ello, como el comportamiento de rebaño, que se refiere a la toma de decisiones basada en los movimientos del mercado – comprar o vender activos porque todos los demás lo hacen – o interpretar erróneamente que se posee la suficiente información para operar, sin considerar que hay participantes del mercado que tienen datos privilegiados – sesgo de información.

Algunos elementos exacerban la volatilidad. Por ejemplo, se ha observado como decisiones políticas influyen la actividad del mercado. Un claro ejemplo es lo vivido hasta ahora con la nueva administración de Donald Trump en Estados Unidos y su política arancelaria. Cada vez que hay una noticia en ese sentido, la reacción del precio de activos de renta variable y renta fija tiende a alejarse de los fundamentales, agregando elementos de especulación y sentimiento sobre las decisiones de inversión.

Otro factor clave es el impacto de sectores relevantes por su volumen de negociación que pueden influir en el precio de activos de otros sectores. Un ejemplo, es lo recientemente ocurrido en el sector tecnológico. Después del anuncio en China de que la plataforma Deep Seek, había logrado crear un modelo de inteligencia artificial casi tan avanzado como su competencia norteamericana Chat GPT, a una fracción de su costo, los precios de las acciones tecnológicas en general han vivido una montaña rusa sin poder recuperar los niveles de crecimiento que se habían observado en 2024. Esto ha ocurrido sin que necesariamente se conozcan todos los detalles sobre cómo Deep Seek logró este hito.  Es decir, con información incompleta se han tomado decisiones de inversión que han afectado al sector tecnológico en general pero también han movido notablemente otros sectores (como el energético), tanto aquellos interrelacionados como los que popularmente sirven como refugio de inversionistas (salud y consumo de productos básicos).

Las expectativas sobre la evolución de la economía también generan eventos de volatilidad. Cuanto mayor es la incertidumbre sobre el futuro, más intensa será la reacción del mercado ante datos económicos que no cumplan sus expectativas. En los últimos años, la inflación y los movimientos esperados de las tasas de interés de referencia han sido el principal tema de debate económico. Lo que esperan los inversionistas sobre estas variables, hace que, ante datos conocidos, muevan sus inversiones de un activo a otro, afectando no solo precios de acciones sino mayoritariamente de bonos. Un ejemplo clave es el rendimiento del bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años, cuya evolución no ha sido la esperada desde que la Reserva Federal inició los recortes en la tasa de interés en la segunda mitad del 2024. Ahora, en febrero del 2025, los temores de los inversionistas sobre el futuro económico y las políticas del gobierno estadounidense han llevado a una caída de su rendimiento.

El monitoreo constate de las condiciones de mercado y sus fundamentales permite sobrellevar en alguna medida la volatilidad. Si tenemos una idea bien formada a partir de fundamentales de cuáles deberían ser los movimientos esperados de los precios, se puede disminuir su impacto. En el caso de los bonos, era esperable esta disminución en los rendimientos, o en el caso de la renta variable del sector tecnológico, a pesar de este avance de Deep Seek, el potencial de crecimiento en la industria de la inteligencia artificial sigue siendo ampliamente reconocido.

Cada inversionista debe evaluar su aversión al riesgo, y con esto tomar decisiones de cuánta volatilidad está dispuesto a tolerar en su portafolio. El seguimiento de esas condiciones del mercado es importante realizarlo con el acompañamiento de un asesor patrimonial que, además, lo apoye en la construcción de estrategias y tácticas de inversión que mejor se ajusten a sus objetivos. En ese último punto, productos como ETF´s de gestión activa, fondos mutuos de inversión o servicios de administración de portafolio pueden ser una opción deseable. Lo más relevante de todo es aprovechar los momentos del mercado que permitan obtener los mejores retornos de las inversiones.

 

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