Existen diferentes tipos de bonos, cada uno con características que los diferencian y mercados en los que se negocian. Entre los principales encontramos los bonos internacionales, los eurobonos y los bonos locales.
1. Bonos Internacionales: Estos son títulos valores que pueden negociarse en mercados de diferentes países, y se pueden custodiar en entidades de renombre global, lo cual aumenta su atractivo y seguridad para los inversionistas. Por ejemplo, un inversionista costarricense que compre un bono del tesoro de los Estados Unidos está adquiriendo un bono internacional. Una de las ventajas de los bonos internacionales es su diversificación geográfica, lo que permite a los inversionistas acceder a oportunidades en mercados extranjeros y en distintas monedas, mitigando el riesgo de depender de una sola economía o divisa.
2. Eurobonos: Los eurobonos son un tipo particular de bono internacional. Estos se emiten en una moneda distinta a la del país de origen del emisor y se negocian en mercados externos, fuera del país de emisión o el país adopta la negociación interna. Por ejemplo, cuando el gobierno de Costa Rica emite eurobonos en dólares estadounidenses para atraer a un público inversionista global.
3. Bonos Locales: Los bonos locales son títulos que se emiten en la moneda local del país de emisión y en dólares, y se negocian exclusivamente en el mercado local. En el caso de países como Costa Rica, los bonos locales pueden estar denominados en colones o en dólares estadounidenses, según la preferencia de los emisores y las necesidades del mercado.
La elección entre bonos internacionales, eurobonos y bonos locales dependerá de factores como la exposición deseada a mercados globales, la protección contra fluctuaciones de moneda y la estabilidad del mercado local. Conocer las características de cada tipo de bono es clave para tomar decisiones de inversión informadas y alineadas a la estrategia de cada inversionista.