Los canjes de deuda, o también conocidos como “reestructuraciones de la deuda” son una estrategia que utilizan los emisores para cambiar las condiciones de su deuda y así poder mejorar su situación financiera.
En el proceso de un canje, el emisor negocia con los inversionistas y se cambian títulos que están por vencer, por deuda a un mayor plazo y condiciones más favorables. Por ejemplo, supongamos que un bono del Ministerio de Hacienda vence en septiembre del 2024; si el emisor tiene la necesidad de ampliar los plazos de vencimiento, puede convocar a un canje y ofrecerle a un inversionista otro bono, pero que vence en 2040 y con rendimientos más atractivos.
Este tipo de estrategia brinda beneficios tanto para los inversionistas como para el emisor. En primer lugar, se puede mencionar que se reduce la carga de intereses a pagar de deuda en el corto plazo, lo que al mismo tiempo mejora la liquidez del emisor. Al extender los plazos de vencimiento de la deuda, se reduce el riesgo de liquidez del emisor, porque de esta forma tiene más tiempo para cumplir con sus obligaciones. Además, mejora el perfil de deuda del emisor, llevando a que aumente la confianza de los inversionistas.
En el caso específico de Costa Rica, los canjes más comunes son los del Ministerio de Hacienda, los cuales suelen tener una fecha mensual definida para realizarlos y se hacen de forma periódica como parte del compromiso por la gestión eficiente de la deuda del país.
